sábado, 16 de junio de 2012

A tres metros sobre el cielo, dónde viven los enamorados.

He estado pensando y la verdad es que todo el tiempo que estamos pasando sin hablarnos lo podríamos estar aprovechando para querernos. No sé el porque pero cuando toda la tempestad ha pasado, cuando estoy apunto de olvidarte apareces, me revoluciones a mi, a mis cosquillas y las mariposas de mi estómago, me he dado cuenta de que sigues haciéndole cosquillas a mi corazón. Y me encantaría poder decirte millones de cosas pero mis suspiros me lo impiden, que si me quisieras me aguantarías bipolar, histérica y aun teniendo la regla. No sabes el miedo que tengo, a que alguien más descubra lo increíble que eres, que no sabes como me jode que estés ahí leyéndome y no me contestes. Dime que me echas de menos, que se que me necesitas, pero el orgullo como siempre nos puede. Al igual que a ti, yo también me aguanto las ganas de escribirte, de hablarte, de contarte millones de cosas.


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