sábado, 7 de abril de 2012

que puedo hacer para no recordar,

Aunque lo niegue tengo la pequeña manía de ir por ahí día y noche imaginándote conmigo. No sé el porque, pero lo pinto todo tan magnético, todo tan perfecto. A veces me da miedo imaginarlo, porque no me doy cuenta del daño que eso me hace. Porque se, que no va a pasar, y espero equivocarme, es más ojalá me equivoque. Dueles, hasta el punto de desesperar, es como si fueras algo prohibido, y siendo así más me tientas. Que puede que no seas el mejor para tres o cuatro rubias que no saben que es pensar; pero para mi eres lo mejor que existe. No hay un defecto tuyo que odie, hay uno que me enamora "el defecto de ser perfecto". Me enamoras completamente de los pies a la cabeza; adoro todos y cada uno de tus lunares, tus pequeños tartamudeos cuando estás nervioso, tu voz, tu pelo, incluso tu forma de andar, y que decir de tu risa y tu sonrisa. Es todo tan fugaz, quién me iba a decir a mi que me iba a enamorar, "yo", aquella chica que hace un año dijo: - eso del amor es para tontos -. Pues hoy soy una tonta más a la que el amor ha atrapado, hoy soy una estúpida más que sufre por algo que poco a poco se desvanece, una tonta que se está cansando de luchar. Perdimos la cabeza pero no el sombrero, a lo mejor debemos quedarnos así, entre el todo y la nada. Y la gracia es que no conozco otra forma de vivir en la que tú no estés. Todo lo que te hace daño puede ser que un día te haga feliz; es más si NO te hace daño NO te podrá hacer feliz. Que si quieres ver la Luna dímelo y te apago el Sol, o si no podemos jugar a un juego yo te doy un beso y si no te gusta me lo devuelves ¿vale?. No pudimos ver con tanta luz, tu buscabas tierra y yo buscaba el mar; aun me pregunto si encontraste lo que querías esa tarde de invierno. Se nos formó un enorme huracán de prioridades mezcladas con orgullo. Porque me he dado cuenta que no eres tú, no soy yo, son tú orgullo y el mío, juntos. Se que hay caminos que hay que andar descalzos pero en este hay demasiadas espinas, no hablo de desengaños, hablo de las espinas de todo lo que nos callamos, de todo lo que por miedo no dijimos. Aquí el señor orgullo sigue siendo el principal culpable. Tarde o temprano esto se nos va a terminar. Este "pequeño chollo" que tenemos los dos, este "tira y afloja" que no acaba. No quieras querer, no puedes comprar con dinero las deudas del corazón. Se que tú por dentro estás echo mierda querido chico duro, querido chico estúpido.


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