sábado, 24 de marzo de 2012

No se si es que el tiempo va muy deprisa,

o es que yo voy demasiado despacio y nadie me avisa. Que no soy yo la que se niega a olvidarte, es el corazón el que me dice que no me rinda aún. Supongo, o por lo menos me queda la esperanza de que algún día no se cuando, te arrepentirás de hacer todo esto, y puede que yo ya no esté aquí esperándote. Súmate uno, un ocho tumbado a mi lado, que el siempre se nos ha borrado. Al fin y al cabo solo me queda recordar que he intentado arreglar la situación y no me has querido escuchar. Te voy a contar un secreto, anoche soñé contigo, conmigo, con el amor que nos prometimos y que ahora se ha perdido, con todo lo que estoy sufriendo. Por tí aposté la vida y me tocó perder, que me he dado cuenta que el mundo no está echo a mi medida,
que esto es demasiado grande para mí. Y si ahora me estoy derrumbando es porque llevo demasiado tiempo aparentando ser fuerte, y me cansé. Todas las mañanas me levanto pensando si lo nuestro funcionaría, si llegaríamos a ser felices juntos, o todo esto es solo una prueba del destino. Porque lo nuestro no quiero que sea un intento, quiero que sea una realidad. 

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